La iniciativa, que ya había sido aprobada la semana pasada por la Cámara de Diputados, ha sido avalada este miércoles en el Senado, por unanimidad, con 61 votos a favor.
El proyecto implica extender hasta finales de 2022 la ley de emergencia alimentaria dispuesta por decreto en 2002, tras la grave crisis de 2001, y cuya última prórroga caducaba el próximo mes de diciembre.
La normativa propone la creación del Programa de Alimentación y Nutrición Nacional, y establece un incremento de emergencia de al menos el 50 % en las partidas presupuestarias de este año en curso destinadas a políticas públicas nacionales de alimentación y nutrición.
El costo fiscal de la medida alcanza los 10 000 millones de pesos (unos 172 millones de dólares), según los relatores de la ley, cuantía que saldrá de la “reasignación de partidas” destinadas, por ejemplo, a la obra pública.
En un principio, el Gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, rechazó la iniciativa, impulsada por la oposición, al alegar que ya se hace frente a las necesidades sociales. Sin embargo, finalmente el mandatario apoyó que los legisladores de su coalición se mostrasen “disponibles” a aceptarla.
El debate parlamentario se ha desarrollado bajo presión, con miles de manifestantes piqueteros fuera del edificio del Congreso, que reclamaban la aprobación de la norma ante el recrudecimiento de la crisis económica.
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Los últimos datos oficiales disponibles correspondientes al primer trimestre de este año indican que la pobreza alcanzaba al 34,1 % de la población y un 7,9 % de los argentinos se encontraba bajo la línea de la indigencia.
Además, el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec), en su último informe sobre la situación económica del país suramericano, ha pronosticado que la indigencia superará el 10 % para finales de 2019 y el precio de los alimentos aumentará casi un 80 %.
La crisis económica que azota al país austral, de la que los argentinos responsabilizan al actual presidente por las medidas draconianas por las que ha optado, se ha agravado tras las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto, en las que Macri, de la formación Cambiemos, sufrió una derrota ante su rival de la fórmula kirchnerista Frente de Todos, Alberto Fernández.
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