• El presidente de EE.UU., Donald Trump (izda.), y el príncipe heredero saudí, Muhamad Bin Salman, en Washington, 14 de marzo de 2017. (Foto: Reuters)
Publicada: viernes, 11 de septiembre de 2020 7:25

Arabia Saudí para encubrir sus lazos con ataques del 11-S recurrió al pago de sobornos a EE.UU. de Trump a fin de que no se permita revelar datos que le recriminen.

Elizabeth Mayers, profesora especialista en derecho de la Universidad Americana de Washington, sostiene en una entrevista concedida a la agencia iraní de noticias IRNA, publicada este viernes, que los gobernantes de Arabia Saudí en su intento de borrar cualquier rastro que les vincule con los autores materiales de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU., siendo la mayoría de ellos de procedencia saudí, no han dudado en hacer uso de sus abultadas cuentas financieras alimentadas de sus recursos petrodólares.

Mediante su estrategia, Mayers asegura que los saudíes han podido influir en cierto grado en que las autoridades estadounidenses se negaran a la hora de proporcionar cualquier documento clasificado, que pudiera comprometer a Riad en los ataques, requerido por parte de los representantes legales de los familiares de las víctimas de los atentados del 11-S.

Es más, la docente apunta al hecho de que mientras seguía su curso el largo proceso judicial de la demanda de los familiares de las víctimas contra los autores de los atentados, Donald Trump en 2016, cuando era todavía candidato republicano a las presidenciales, llegó a acusar al núcleo duro de la monarquía de los Al Saud de estar detrás de los letales episodios registrados hoy hace exactamente 19 años.

 

Es curioso, anotó la profesora al medio persa, si uno mira la relación posterior de Trump tejida con los saudíes tras su victoria electoral se percata de cómo los petrodólares de este reino árabe cambiaron su postura inicial respecto a Riad de hasta tal grado que en su primer viaje al exterior como mandatario estadounidense visitó Arabia Saudí, donde estableció unos vínculos muy estrechos con el príncipe heredero al trono saudí, Muhamad Bin Salman Al Saud.

Dicho esto, añade diciendo que esta situación se produjo por el simple hecho de que Trump proviene del mundo de finanzas y, por ende, está acostumbrado a cerrar negocios multimillonarios y Arabia Saudí, con sus enormes recursos económicos, no iba ser una excepción para el debutante inquilino de la Casa Blanca.

En otras palabras, Mayers asevera que el magnate neoyorquino no iba dejar escapar esta oportunidad de oro que le brindaba el proceso judicial en contra de Riad para negociar con los saudíes una salida a su situación delicada en los tribunales estadounidenses a cambio de que le aportaran grandes benéficos económicos a su englobado empresarial.

La entrevista prosigue que esta coyuntura dio pie a que Trump suscribiera suculentos acuerdos de compra venta de armas estadounidenses con la parte saudí a cambio de su promesa de que su Administración pondría todo de su parte para bloquear todo requerimiento que viniera por parte de los despachos de abogados de los familiares de las víctimas del 11-S de desclasificar una mayor cantidad de documentos que pudieran recriminar a la cúpula de Riad en los ataques, en poder de las agencias de inteligencia de Estados Unidos.

“El trapicheo de Trump con Bin Salman ha provocado que se ralentizara la causa judicial abierta contra Riad en los tribunales estadounidenses. La negativa de las agencias de seguridad de EE.UU. de facilitar los referidos documentos requeridos por los jueces y los familiares de las víctimas, so pretexto de que su desclasificación pondría en peligro la seguridad nacional, ha complicado y ralentizado los procedimientos judiciales hasta este momento”, expresó la docente universitaria para terminar su entrevista.

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