Afganistán está pasando por un momento difícil. El pasado miércoles, un potente terremoto de magnitud 5,9 sacudió una zona rural y montañosa del este del país, matando a más de 1000 personas, al tiempo que muchos más resultaron heridos y desalojados.
Mientras que el país necesita ayuda internacional urgente, Estados Unidos se niega a liberar el dinero de Afganistán, es decir, unos siete mil millones de dólares, parte de los cuales se pagarán a los familiares de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001. La decisión se tomó después de la humillante salida de EE.UU. de Afganistán.
Los afganos necesitan ese dinero para reactivar su economía. De hecho, casi 20 millones de afganos, casi la mitad de la población, experimentan hambre aguda, y al menos 1,1 millones de niños afganos sufren desnutrición.
No obstante, Washington que invadió Afganistán en 2001 y es responsable de destruir el país, hace caso omiso a los reclamos del gobierno de Talibán para liberar los fondos afganos.
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