• Aviones de la llamada coalición anti-EIIL, liderada por EEUU, en el cielo de Irak
  • El presidente del Parlamento iraní (Mayles), Ali Lariyani en un encuentro con el presidente de la Comisión de Defensa y Seguridad del parlamento iraquí, Hakim al-Zamili, en Teherán, capital de Irán. 27 de julio de 2015
Publicada: lunes, 27 de julio de 2015 23:17
Actualizada: domingo, 30 de agosto de 2015 7:53

El presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, ha criticado la conducta deshonesta de la llamada coalición internacional antiterrorista en Oriente Medio.

“La coalición internacional antiterrorista no han logrado el éxito a pesar de sus falsas propagandas, por lo tanto, hay que valerse de todas las capacidades y recursos existentes para proveer la estabilidad y la paz en Irak”, ha precisado este lunes Lariyani en un encuentro con el presidente de la Comisión de Defensa y Seguridad del Parlamento iraquí, Hakim al-Zamili, en Teherán, capital de Irán.

La coalición internacional antiterrorista no han logrado éxito a pesar de sus falsas propagandas, por lo tanto hay que valerse de todas las capacidades y recursos existentes para proveer la estabilidad y paz en Irak", ha dicho Lariyani.

A juicio del presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), el desarrollo económico y la lucha contra la pobreza en Irak coadyuvan al desarrollo e impiden la integración de los jóvenes a los grupos terroristas, de hecho, es imprescindible que se extiendan las cooperaciones económicas entre Teherán y Bagdad.

A continuación, el alto parlamentario persa ha insistido en la convergencia entre los grupos políticos y la unidad entre las diferentes etnias iraquíes, que a su considerar, es algo imprescindible para la paz y seguridad en Irak.

“La integración y unidad nacional iraquí y el esfuerzo del pueblo, es el principal factor que ha contribuido al éxito del Gobierno iraquí ante los grupos terroristas”, ha subrayado.

A modo de colofón, Lariyani ha argumentado que la política de la República Islámica es ayudar a establecer un sistema democrático e íntegro en Irak para lograr un desarrollo estable, de hecho, saluda cualquier medida que resulte en la extensión de sus vínculos con el país vecino.

A su vez, Al-Zamili ha denunciado el apoyo y la ayuda de los países hegemónicos al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) que a su juicio solo agrava la crisis en la región.

Irak ha elogiado en reiteradas ocasiones el apoyo de Irán a lucha antiterrorista en la región.

 

Además, el parlamentario iraquí ha destacado las relaciones fraternales Bagdad-Teherán y ha alabado los esfuerzos antiterroristas del país persa en la región.

“La República Islámica es un país muy importante en la región y supone un gran soporte para el Gobierno y pueblo iraquíes ante los grupos terroristas”, ha aducido.

Finalmente, ha hecho énfasis en la extensión y consolidación de las relaciones Irak-Irán en materia de defensa y seguridad. “La República Islámica puede coadyuvar al Gobierno iraquí en la restructuración del Ejército y la lucha antiterrorista”, ha concluido.

El apoyo de EE.UU. y sus aliados a grupos armados activos en Siria e Irak, se producen a pesar de que el país norteamericano lidera la llamada coalición internacional anti-Daesh, formada por más de 40 países; una alianza que no ha logrado avance alguno en su lucha, pese a contar con amplios recursos económicos.

Recientes documentos desclasificados de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés), indican que la llamada coalición anti-Daesh ayudó al surgimiento del grupo terrorista EIIL, con el propósito de aislar al presidente sirio, Bashar al-Asad, y contener la creciente influencia de Irán en Oriente Medio.

Según el documento, esa coalición dirigida por Washington sabía, por lo menos desde agosto de 2012, que los precursores del EIIL, es decir Al-Qaeda en Irak y el grupo baasista-takfirí Estado Islámico de Irak, junto con otros grupos afiliados a Al-Qaeda, “dominaban la oposición siria”.

Según el texto, la alianza respaldó continuamente a una oposición que sabía que era dominada por los extremistas y (grupos) sectarios, a los que describía y sigue describiendo como "moderados", con el propósito de debilitar al Ejecutivo de Damasco.

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