"Creemos que el riesgo para los ciudadanos británicos (de viajar a Irán) ha cambiado, en parte debido a la disminución de la hostilidad bajo el Gobierno del presidente (Hasan) Rohani”, ha anunciado el ministro británico de Asuntos Exteriores, Philip Hammond.
Creemos que el riesgo para los ciudadanos británicos (de viajar a Irán) ha cambiado, en parte debido a la disminución de la hostilidad bajo el Gobierno del presidente (Hasan) Rohani”, ha anunciado Hammond.
Sin embargo, Hammond, citado por la agencia británica de noticias The Press Association, ha advertido de no viajar a “áreas específicas de Irán, en particular a lo largo de las fronteras del país persa con Irak, Afganistán y Paquistán” a menos que sea necesario.
Hammond ha agregado que los británicos todavía deben "considerar cuidadosamente” los riesgos de visitar Irán.
Tras señalar que esta medida ha sido adoptada por las políticas constructivas del mandatario iraní, según The Press Association, el canciller británico ha explicado que los consejos del Gobierno de Londres sobre viajes a cualquier país se revisan de forma periódica.
Hace cinco días, la Cancillería británica emitió un artículo en el que informó de los intentos de Londres para reabrir pronto su embajada en Teherán tras la conclusión de los diálogos nucleares entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
Irán y el Sexteto anunciaron el martes 14 de julio la conclusión de los diálogos sobre el programa de energía nuclear iraní tras elaborar el texto detallado de un Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en inglés).
Tal y como asegura la conclusión, basada en el respeto de las líneas rojas de Irán, las potencias mundiales reconocen el programa nuclear civil de Irán, incluidas las actividades correspondientes al ciclo nuclear completo, además, busca la eliminación de las sanciones antiraníes a cambio de algunos límites al programa de energía nuclear de Irán.
Después de que los parlamentarios iraníes votaran el 27 de noviembre de 2011 a favor de suspender los lazos diplomáticos con el Reino Unido, en respuesta a la implementación de sanciones antiraníes, cientos de estudiantes protagonizaron una protesta frente a la embajada británica en Teherán bajaron la bandera británica y demandaron el cierre de la sede diplomática.
Tras el incidente el Gobierno británico retiró, el 30 de noviembre, a su personal diplomático de Irán, y pidió a la delegación persa que abandonara el país europeo.
Sin embargo, a principios de octubre de 2013, Irán y el Reino Unido acordaron nombrar encargados de negocios no residentes, como primer paso hacia la preparación del terreno para la normalización de los lazos, y el 20 de febrero reanudaron oficialmente las relaciones diplomáticas directas.
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