• El portavoz de la Casa Blanca, Joshua Earnest, en su comparecencia del lunes 2 de marzo de 2015.
Publicada: martes, 3 de marzo de 2015 0:01

El portavoz de la Casa Blanca, Joshua Earnest, ha comparecido este lunes ante la prensa para defender el diálogo de la Administración Obama con Teherán frente al belicismo del premier israelí, Benyamin Netanyahu, señalando que su oposición no afectará a los resultados del proceso diplomático.

“No tendrá mucho efecto en el resultado final”, dijo Earnest a los reporteros sobre el actual viaje propagandístico del primer ministro del régimen israelí, que se presenta a la reelección en unos comicios anticipados, el próximo 17 de marzo en Palestina ocupada.

Netanyahu ha sido invitado por el líder de la mayoría republicana en el Congreso, John Boehner, dentro del enfrentamiento que mantiene con el presidente estadounidense, Barack Obama, en una iniciativa que ha despertado numerosas voces de rechazo entre tanto la clase dirigente y como los judíos de Estados Unidos.

Para recalcar la irrelevancia de las arengas antiraníes de Netanyahu, Earnest dijo “no creer” que Obama hubiera observado (horas antes) por televisión la comparecencia del israelí ante el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel (AIPAC, en su sigla inglesa), uno de los principales lobbies sionistas en el país norteamericano.

“No he mirado la agenda del presidente para mañana, dudo que vaya a pasar todo su tiempo mirando el discurso”, dijo para restar importancia también a la intervención que Netanyahu tiene planeado realizar este martes ante ambas Cámaras del Congreso estadounidense.

Pero pese a los intentos por quitar importancia al intento de Netanyahu de influir en el proceso de diálogo de Irán con el Grupo 5+1, Earnest consideró necesario afirmar que los vínculos entre Washington y Tel Aviv se han reforzado bajo la Administración Obama.

El domingo, la vocera del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Bernadette Meehan, comunicó que Estados Unidos ha concedido al régimen israelí, bajo la Presidencia de Obama, 20.500 millones de dólares en ayudas militares.

Earnest recalcó que, a diferencia de Netanyahu, Obama tiene “una estrategia clara” en sus relaciones con Irán.

Declaró además que su país podría “añadir sanciones adicionales a la mezcla si nos da la sensación de que eso podría tener éxito”, incluso después de alcanzar un acuerdo con Irán, en caso de que la Casa Blanca decida que los iraníes “no estén dispuestos a cumplir” un eventual acuerdo.

Entre los argumentos destinados a apoyar la inoportunidad de la arenga belicista de Netanyahu, Earnest llegó incluso a caer, de nuevo, en amenazas de agresión militar: “hasta tendremos una opción militar que sigue estando a disposición del presidente”, dijo.

El secretario de prensa de la Casa Blanca estimó que las probabilidades de que su país llegue a un acuerdo con Irán eran, “en el mejor de los casos, mitad y mitad”.

El lunes, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, inició una nueva ronda de contactos con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, para abordar el programa nuclear iraní y las denominadas “sanciones” antiraníes del Occidente en la ciudad suiza de Montreux.

Zarif declaró el lunes a la agencia Reuters que Irán y los países del G5+1 podrían alcanzar un acuerdo “en esta misma semana” si Estados Unidos y sus aliados muestran voluntad política de poner fin a sus disposiciones contra la economía iraní.

El 8 de febrero, el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, advirtió en una intervención ante oficiales del Ejército iraní del peligro de aceptar un acuerdo en dos etapas que podría permitir al bloque occidental mantener las llamadas “sanciones” e ir planteando nuevas exigencias y condiciones.

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