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Publicada: viernes, 17 de octubre de 2014 4:53
Actualizada: jueves, 10 de diciembre de 2015 9:37

Estados Unidos ha expulsado a 3,7 millones de inmigrantes durante la última década, según un estudio revelado el jueves por Migration Policy Institute (MPI). De acuerdo con ese estudio, las deportaciones empezaron a gran escala desde que, al calor de los atentados del 11-S, el Gobierno del entonces presidente estadounidense, George W. Bush, creó el Departamento de Seguridad Nacional. Los mexicanos y los centroamericanos, que constituyen el 73 por ciento de la población no autorizada en Estados Unidos, formaron el 91 por ciento de todas las deportaciones, señaló el estudio. Otros datos también indican que, aunque los hombres equivalen al 53 por ciento de los indocumentados, suman un 91 por ciento de los deportados. Asimismo un 59 por ciento de las deportaciones tuvo como protagonistas a individuos que no habían cometido ningún delito, la mayoría de ellos capturados en o cerca de la frontera. De quienes sí delinquieron, en un 32 por ciento se trató de crímenes no violentos (14 por ciento) y delitos relacionados con la inmigración (18 por ciento). “En general nuestro análisis muestra el potencial y las limitaciones que tienen los jueces bajo las leyes de inmigración y las prioridades existentes (...) Aunque el gobierno de Obama ha tenido éxito en la aplicación de las deportaciones, centradas básicamente las tres categorías prioritarias a partir de 2010, existe poco espacio para maniobrar”, declaró la directora el MPI, Doris Meissner. En junio de 2012, el fantasma de la deportación parecía alejarse, después de que el presidente Obama anunciara un alto a la deportación de personas que no representen un peligro para la seguridad a las que se aplicaría “la discreción administrativa”. Más tarde, en junio de 2013, el Senado estadounidense aprobó con 68 votos a favor y 32 en contra, la reforma migratoria impulsada por Obama, la cual propone una vía a la legalización de inmigrantes no autorizados combinado con un millonario refuerzo de la seguridad fronteriza. Sin embargo, el proyecto, considerado como punto central de la presidencia de Obama y del debate con sus opositores republicanos, fue congelado por la oposición frontal del ala más conservadora del partido republicano en la Cámara de Representantes. Los analistas creen que la falta de una reforma migratoria en Estados Unidos es el principal factor que ha provocado este problema, ya considerado como una crisis humanitaria. haj/ncl/nal