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Publicada: jueves, 17 de abril de 2014 0:29
Actualizada: jueves, 10 de diciembre de 2015 10:40

Al menos 6000 efectivos del Ejército y de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública se desplazaron el miércoles a Salvador de Bahía, en el noreste de Brasil, para suministrar la seguridad luego de que la Policía Militarizada se declarara en huelga por tiempo indeterminado. El despliegue atiende a una solicitud que elevó el gobernador de Bahía, Jacques Wagner, a la presidenta Dilma Rousseff, después de que la madrugada de esta jornada se registrara saqueos y tiroteos cuando dejó de haber patrullaje policial en esta ciudad, cuya población es de unos 2,7 millones de habitantes. Salvador de Bahía, que recibirá seis partidos durante el Mundial de Fútbol que comienza el próximo 12 de junio, ha quedado paralizado. Muchas escuelas, bancos, universidades y comercios cerraron sus puertas y tampoco circularon los autobuses ante el temor de actos vandálicos similares a los registrados en otra huelga policial ocurrida en 2012. El paro policial, que según el comando de huelga ha sido acatado por casi todos los agentes, fue declarado ilegal por la Justicia, pero pese a ello los líderes anunciaron que seguirán firmes en su medida hasta que sean aceptadas sus demandas de aumento salarial y de equiparación de los sueldos de efectivos activos e inactivos. Ante el temor de que las policías federal y militarizada realicen paralizaciones durante el Mundial de fútbol llevó al Gobierno a entrenar a soldados del Ejército y la Marina para reemplazar a esos agentes en caso de necesidad. El domingo pasado, en el marco de una huelga de la fuerza federal de Río de Janeiro, el presidente del Sindicato de Funcionarios del Departamento de Policía Federal carioca, André Vaz de Mello, advirtió de la posibilidad de realizar paralizaciones de sus actividades durante la cita deportiva. ncl/ktg/mrk