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Publicada: jueves, 16 de mayo de 2013 21:51
Actualizada: jueves, 10 de diciembre de 2015 13:02

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, han anunciado este jueves que recurrirán tanto a medidas diplomáticas como militares para provocar el derrocamiento del mandatario constitucional sirio, Bashar al-Asad. "Me reservo la opción de tomar medidas adicionales, tanto diplomáticas como militares", ha afirmado Obama durante una rueda de prensa conjunta con Erdogan mantenida en la Casa Blanca. Luego de calificar de "ilegítimo" el Gobierno de Damasco, el jefe de Estado norteamericano ha señalado que tiene planeado fomentar una presión internacional con el fin de acelerar la transición de poder en Siria. Obama y Erdogan han hecho hincapié en que su prioridad en la situación actual es respaldar a los grupos armados en Siria. El premier turco ha considerado “muy importante” la posición de Rusia, país que defiende fehacientemente la legitimidad del Gobierno de Al-Asad. Debido al fracaso de las estrategias aplicadas por el Occidente desde hace más de dos años para desestabilizar Siria como medio hacia la injerencia extranjera, Erdogan llamó, hace días, a Washington a adoptar una línea más dura contra el presidente Al-Asad. Tras la llegada de Obama al poder, Turquía se ha convertido en el aliado número dos de EE.UU., después del régimen de Israel, en cuanto a las políticas norteamericanas sobre el Oriente Medio. Desde el estallido de los disturbios en Siria, a mediados de marzo de 2011, Ankara ha apoyado abiertamente a los grupos armados -patrocinados por países extranjeros, encabezados por Estados Unidos- que intentan acabar con el Gobierno de Damasco. rb/nl/msf