• El primer ministro malasio, Anwar Ibrahim.
  • El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, en una reunión con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman, Riad, 30 de abril de 2024.
Publicada: miércoles, 1 de mayo de 2024 10:52

El primer ministro de Malasia pidió a los países árabes y musulmanes que se mantengan “consistentes y firmes” al exigir justicia para el pueblo palestino.

“Todas las partes también deben protestar por la invasión y ocupación ilegal de las tierras palestinas por parte de Israel, que es la causa fundamental de este largo conflicto”, destacó Anwar Ibrahim en una reunión con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman el martes al margen del Foro Económico Mundial en Riad.

Ibrahim consideró necesario que Israel sea llevado ante la justicia por los crímenes y atrocidades que comete desde el 7 de octubre en la Franja de Gaza.

Malasia ha sido un firme partidario de los palestinos. En diciembre de 2023, el gobierno malasio impuso una prohibición indefinida a que los barcos pertenecientes a una compañía naviera israelí atracaran en sus puertos en respuesta al sangriento ataque de Israel contra los palestinos en la Franja de Gaza.

 

Además, algunas marcas occidentales de comida rápida en Malasia, al igual que en otros países musulmanes, han sido objeto de campañas de boicot debido al apoyo de Estados Unidos a la sangrienta invasión israelí de Gaza.

Más de 100 establecimientos de la empresa de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC) en Malasia se vieron obligados a cerrar últimamente en medio de un boicot económico pro palestino que duró meses y que está vinculado al conflicto en Gaza.

QSR Brands (M) Holdings Bhd, que opera franquicias de KFC y Pizza Hut en Malasia, dijo en un comunicado el lunes que cerró temporalmente los establecimientos de KFC “en respuesta a condiciones económicas desafiantes”.

El gigante de la comida rápida McDonald’s, que provocó indignación cuando su franquicia en los territorios palestinos ocupados donó miles de comidas a las tropas israelíes después del inicio de la guerra en Gaza, informó en febrero que los boicots a Gaza había “impactado significativamente” sus ventas, particularmente en Asia occidental y países de mayoría musulmana como Indonesia y Malasia.

El asesinato de más de 34 500 civiles palestinos, la destrucción deliberada de viviendas, e infraestructuras de Gaza, y el uso de hambre como arma de guerra contra civiles, entre otros delitos, son una prueba de que lo que está haciendo Israel en Gaza no es un conflicto con la Resistencia palestina, sino un intento de llevar a cabo una limpieza étnica contra el pueblo palestino y convertir el enclave en un lugar “inhabitable”.

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